Nuestra hermana Jadiyetu El Mohtar, digna representante del pueblo Saharahui y su gobierno, sigue sin poder ingresar a nuestro país, encerrada en una habitación del aeropuerto Jorge Chávez desde el 9 de setiembre, gracias a una absurda y kafkiana medida del Ministerio del Interior y la Cancillería del Perú. A Jadiyetu la han puesto en una “lista roja” a pesar de que el Perú reconoce a su República Árabe Saharaui Democrática, la RASD, desde el año1984!!. Las buenas relaciones fueron “suspendidas” en 1996 por el excanciller fujimorista Francisco Tudela debido a la presión de la embajada de Marruecos.
Desde esa fecha diversos sectores políticos y líderes sociales han apoyado que esta “suspensión” quede sin efecto. Es así como, por ejemplo, en noviembre del 2005, en una carta dirigida al entonces presidente Alejandro Toledo promovida y suscrita por Javier Diez Canseco junto a Alberto Andrade, Lourdes Flores Nano, Valentín Paniagua, Alan García y el vicepresidente David Waisman, le planteaban la “necesidad que el Estado Peruano restablezca las relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), unilateral e injustamente suspendidas en 1996 durante el gobierno de Alberto Fujimori Fujimori”.
La misma solicitud se hizo en octubre de ese año por la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-RASD presidida por Javier Diez Canseco, junto a los congresistas miembros de esta Liga Mauricio Mulder, David Waisman, Gloria Helfer, Luis Guerrero, Luis Negreiros, Gonzalo Jiménez, Mario Molina, José Luis Risco y Manuel Bustamante. Por buscar esto mismo, la embajadora Jadiyetu vino al Perú y el gobierno de PPK le ha respondido con un portazo en la cara.
Para saber más sobre esta valiente embajadora que defiende los derechos de las mujeres y los antecedentes de la lucha de su pueblo, es bueno leer esta entrevista: http://porunsaharalibre.org/2016/06/entrevista-a-jadiyetu-el-mohtar-miembro-de-unms-y-de-la-delegacion-frente-polisario-en-espana. Allí Jadiyetu sostiene que: “La sociedad saharaui beduina en su origen es pacífica y muy solidaria y, respetuosa con todos sus miembros, especialmente las mujeres. En cuanto a la mujer, su papel es de vital importancia en cuanto a la consecución de avances en los derechos de la mujer. Ha marcado un antes y un después en la historia del pueblo saharaui por su imprescindible papel en la organización de la sociedad en el refugio y su participación activa y efectiva en sentar las bases del Estado saharaui”.
EL PUEBLO SAHARAHUI Y LA RASD
La RASD nació el 27 de febrero de 1976, en base a la antigua colonia española. Su proclamación se realizó oficialmente en BirLehlu aprovechando el vacío jurídico dejado por España y en un momento excepcional marcado por la guerra con Marruecos y Mauritania, países que pretendían repartirse el territorio contra la opinión de la población saharaui. Desde entonces, el gobierno de la RASD dirige la lucha del pueblo saharaui por su autodeterminación, mediante las armas hasta 1991 y desde esa fecha, tras la firma de un alto el fuego con Marruecos bajo los auspicios de la ONU, su lucha es por medios exclusivamente políticos.
La mayor parte del territorio de la RASD sigue en manos de Marruecos y solo una pequeña porción de territorios liberados, se encuentra en poder del gobierno Saharaui y tiene a su cargo la gestión de los campamentos de refugiados de la región argelina de Tinduf, donde viven más de 200,000 personas que esperan la vuelta a su tierra. En condiciones climatológicas extremas y una economía que depende casi totalmente de la ayuda internacional, el gobierno de la RASD ha conseguido en todos estos 41 años dotar a su población en el exilio de condiciones de vida dignas, garantizando una educación y sanidad gratuitas y universales.
Hasta el momento 84 países del planeta han reconocido a la RASD, que desde 1984 es miembro de la Unión Africana. Su actual Presidente es el hermano Brahim Ghali, a su vez Secretario General del Frente Polisario. Tiene una población aproximada de 1 millón de personas de origen árabe berebere. Su lengua es árabe, español y un dialecto llamado hassanía, que deriva del árabe clásico. El país tiene una superficie de 284,000 km2. El muro de la vergüenza construido en 1980 por el reino feudal de Marruecos luego de invadir el territorio en 1976, tiene 2,720 km.
Javier Diez Canseco escribió en setiembre del 2010 que: “Un grito de libertad no es un simple grito en el desierto: es un grito de esperanza que germina en cualquier terreno si hay un pueblo digno detrás”, en referencia al pueblo Saharaui. https://www.spsrasd.info/news/es/articles/2016/05/05/1507.html. Es el grito que ha traído a Jadiyetu al Perú y no la dejan entrar… Se supone que no somos colonia de Marruecos y tampoco de los EEUU. Eres bienvenida querida Jadiyetu por los que creemos en la Libertad.
Javier Diez Canseco con dirigentes del Frente Polisario y la RASD,
Personalidades que apoyan la lucha del pueblo SaharahuiEduardo Galeano, quien nos dejó en abril del 2015, escribió lo siguiente luego de visitarlos en su territorio: “El patriotismo es, hoy por hoy, un privilegio de las naciones dominantes. Cuando lo practican las naciones dominadas, el patriotismo se hace sospechoso de populismo o terrorismo, o simplemente no merece la menor atención. Los patriotas saharauis, que desde hace 30 años luchan por recuperar su lugar en el mundo, han logrado el reconocimiento diplomático de 82 países. Entre ellos, mi país, el Uruguay, que recientemente se ha sumado a la gran mayoría de los países latinoamericanos y africanos”.
Otras personalidades mundiales que apoyan la lucha de los saharauis son: Javier Bardem, actor, protagonista del documental “Hijos de las Nubes. La última Colonia”, premio Goya, España; Kerry Kennedy, Presidenta del Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos de EEUU; Manu Chao, cantante de Francia; Noam Chomsky, Profesor emérito del MIT; Viggo Mortensen, Actor; Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista británico y presidente del Intergrupo Parlamentario de apoyo al Sahara Occidental en el Parlamento del Reino Unido; René Pérez, cantante de “Calle 13”; etc.