“DALES TU FUERZA. campaña contra el muro de la verguenza
Quizá no las conoces, pero te necesitan. Son mujeres que se enfrentan
diariamente a una tragedia impensable, fortuita y muy cobarde. Se cruzó
en sus vidas una mina terrestre o una bomba de racimo, abandonada y
perdida entre otras casi 10 millones en el desierto saharaui desde los
tiempos de la guerra (1975 a 1991), y han aprendido a continuar
luchando, abnegadas, superando los escollos de ser refugiadas y
víctimas.
Víctimas, sí, como todo su pueblo. Víctimas del muro
marroquí en el Sahara Occidental, ese que con sus 2.720 km de longitud
divide el territorio saharaui de Norte a Sur y de Este a Oeste desde el
muro, con seis tramos plagados de minas terrestres activas y otros
restos explosivos de guerra. Es la segunda muralla más grande del mundo,
tras la China, y es la barrera física que separa familias e impide la
reunificación del pueblo saharaui. Protegido por 160.000 soldados
marroquíes y sofisticada tecnología militar de última generación, sus
muros de arena y piedra amenazan la vida de la población y de sus
rebaños.
Construido entre 1980 y 1987 por el ejército marroquí
como defensa para frenar las incursiones del Frente Polisario, separa
los territorios ocupados de la zona liberada. Mantenerlo hoy supone un
coste de 2 millones de euros diarios para las arcas marroquíes, que se
abastecen de los recursos naturales expoliados. Se levantó
estratégicamente sobre las zonas más elevadas y aprovechando todos los
pozos de agua, desvía los cauces de los ríos y amenaza permanentemente
la vida a su alrededor, a uno y otro lado del muro.
Ellas son
víctimas directas, como las 5.000 que ya se han producido desde que en
1975 se colocara la primera mina.. También son madres, hermanas, hijas
de víctimas Ellas cargan con las consecuencias de los accidentes.
Algunas arrastran lesiones producidas por las bombas en racimo lanzadas
por la aviación marroquí en Amgala o Tifariti, en pleno éxodo saharaui;
otras, han perdido sus manos o sus pies en una parada para hacer un té
en su tierra libre; otras, curan las heridas de sus hijos, que hallaron
un tesoro en el desierto y explotó, porque no era un juguete; las hay
que condenan sus vidas a cuidar a un familiar parcial o totalmente
dependiente por efecto de una explosión… Tragedia convertida en coraje
que las hace también ser las primeras en enarbolar la bandera del basta
ya; las que se colocan los trajes de desminar y centímetro a centímetro
van descontaminando su tierra; o las que se entregan a la tarea de
sensibilizar en los campamentos de refugiados en Tindouf (Argelia),
donde se concentran las víctimas que se producen en zona liberada. Son
fuertes y valientes. Batallan para que el mundo mire al Sahara
Occidental y les ayude a poner fin a ese muro que impide tanto y que
produce sólo muerte o mutilación. Tienen claro que lo hacen por un
objetivo: La Independencia de su país.
Emprendemos una campaña
especial para ellas. Proponemos que les enviemos mensajes solidarios,
poemas, canciones, etc. en los que sientan nuestra fuerza, nuestro apoyo
y nuestro compromiso de batallar con ellas para lograr desmantelar el
muro marroquí en el Sahara Occidental. Queremos hacer un gran tapiz para
que las acompañes siempre desde una pared en su sede en los campamentos
de refugiados. Por eso, los mensajes han de hacerse en piezas de tela,
no más de 15×15 cm, que coseremos para confeccionar ese tapiz. Destapa
tus habilidades, sorpréndelas con tu imaginación y tu creatividad.
En el viaje que haremos en abril para participar en el VII Congreso de
la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, en los campamentos de
refugiados, llevaremos todos los mensajes. Habrá un trocito tuyo con
ellas.
Previamente, haremos un gran acto en Madrid, del que iremos facilitando detalles.