Denuncia entregada a la MINURSO y recogida por el Consejero Político Mr. Adoum Abdoulaye Djidda,
Al Representante Especial Mr: Wolfgag Weisbrod – MINURSO
Estamos seguras de que nada de lo que vayamos a trasmitirle a continuación le va a sorprender o le va a parecer algo nuevo, teniendo en cuenta Sr. Wolfgag Weisbrod que es Ud. el máximo responsable de la MINURSO y por lo tanto conoce la situación de violación de los derechos humanos que se produce contra el pueblo saharaui.
Por nuestra parte, hemos podido constatar en primera persona la irregularidad de la actuación de las fuerzas de seguridad marroquí, en primer lugar en el control policial del aeropuerto de la ciudad, donde nuestros pasaportes fueron retenidos sin ninguna explicación. Cuando finalmente nos fueron entregados se nos comunicó que no éramos personas bienvenidas y que nuestra presencia era non grata en El Aaiun porque, según sus manifestaciones, veníamos a ocasionar problemas y a quebrar la tranquilidad.
Por otra parte, durante a lo largo de nuestra estancia en la ciudad hemos sido vigiladas y filmadas, incluso antes de abandonar el aeropuerto, y en todo momento hemos sido objeto de seguimiento por parte de la policía.
Nada de esto es comparable con el sufrimiento derivado de la sistemática vulneración de derechos humanos de la población civil saharaui, que se prolonga por cerca ya de 40 años. Hemos escuchado de boca de las mujeres saharauis los relatos de tortura, detenciones arbitrarias, desaparición forzada, secuestro, malos tratos, y todo tipo de gravísimas violaciones de los derechos a la vida y a la integridad física.
También hemos podido conocer que sus vidas están marcadas por las consecuencias de las múltiples violencias que les impiden desarrollarse como personas, tener un proyecto y forma de vida autónomo, así como satisfacer sus derechos y los derechos de su pueblo a la libre autodeterminación.
Esta Conferencia es una muestra de la resistencia pacífica de las mujeres saharauis, como medio para alcanzar los derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación de las víctimas; y como forma de lucha para alcanzar la libertad del pueblo saharaui. Sin embargo, se ha tenido que celebrar bajo un constante acoso policial que ha terminado por impedir la asistencia de decenas de mujeres y hombres saharauis y maltratar a mujeres saharauis que han participado en la misma. Por otra parte, en lo que respecta a estas delegaciones, las autoridades policiales han pretendido que pusiéramos por escrito nuestro compromiso a no participar en las manifestaciones que pudieran celebrarse en la ciudad.
Resulta del todo incomprensible que actuaciones pacíficas como la celebración de esta Conferencia, en las que lo único que se pretende es un diálogo amistoso entre mujeres y hombres de distintas partes del mundo, sean impedidas ante la indiferencia de las Naciones Unidas.
En vista de esta situación, exigimos a la MINURSO que apoye actuaciones como ésta y toda labor pacífica de defensa y protección de todos los derechos humanos en el Sahara Occidental ocupado, como se espera del Organismo Internacional por excelencia para la paz y protección de los derechos humanos.
Concretamente, pedimos que en virtud de la defensa y protección de los derechos de asociación, expresión y reunión, la Misión de las Naciones Unidas en el Sahara Occidental proporcione lugares seguros para que las asociaciones de derechos humanos puedan celebrar sus reuniones.
Asimismo, exigimos al Consejo de Seguridad de la ONU que incorpore al mandato de la MINURSO verificar y monitorear la situación de los derechos humanos en los Territorios ocupados del Sahara occidental y no continúe siendo un testigo mudo de las violaciones de los derechos humanos de la población saharaui.
En la ciudad de El Aaiun, capital del Sahara Occidental ocupado, a 16 de junio de 2013.