“LAS MUJERES DE TERRITORIOS OCUPADOS SON MOTIVO DE ORGULLO PARA TODOS”
Desde que el pasado 25 de abril el Consejo de Seguridad de la ONU asestara un nuevo golpe a la población saharaui, al renovar el mandato de la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental) sin otorgarle competencias específicas para la vigilancia de los derechos humanos de los saharauis, violados sistemáticamente por las fuerzas de seguridad marroquíes, el Sáhara Occidental arde en un clamor popular que reclama su independencia. Las mujeres están siendo objeto de una dura represión por parte de los militares y policías marroquíes, a sabiendas de que son ellas quienes lideran la lucha pacífica de esta causa que ya se prolonga 38 años.
En los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf, la Ministra de Educación, MariamSalek, con gesto cordial, no oculta su preocupación por la situación que vive actualmente el conflicto, tanto en campamentos como en los territorios ocupados. Nos reunimos para comentar cambios sociales importantes que se están produciendo con las mujeres saharauis y para hablar de una victoria que los y las saharauis ansían y para la que ya llevan preparándose años y años. El gran reto será entonces crear y sacar adelante un Estado libre e independiente, si bien son conscientes de que no es una tarea fácil.
EP.- ¿Cómo valora el papel que juegan las mujeres saharauis en los territorios del Sáhara Occidental ocupados por Marruecos?
MariamSalek.- Ahora mismo, los acontecimientos que están sucediendo desde la resolución de las Naciones Unidas en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos nos hacen sentirnos orgullosos de nuestra identidad saharaui, porque el pueblo, con mucho valor, sale diariamente a la calle con sus melfas y sus darrás para reclamar nuestros derechos. Ahora bien, sin quitarles mérito a los hombres, las mujeres de las zonas ocupadas se sacrifican mucho más. Ellas están en primera fila en las manifestaciones, viajan a visitar a los presos políticos, hacen cooperativas para las familias de los presos…Las mujeres saharauis de la zona ocupada son un motivo de gran orgullo para todos nosotros.
EP.- ¿Qué mensaje le gustaría hacerles llegar desde su puesto de Ministra de Educación?
M.S.- Que deseo que sigan creyendo y aguantando, haciendo este gran sacrificio por su pueblo y manteniendo la resistencia de la que han hecho gala siempre. La victoria está cerca, que no desfallezcan, porque no están solos, estamos todos ayudando y apoyando, incluyendo a todas las personas que aman la libertad y al pueblo saharaui
EP.- Ministra, hablemos de las mujeres jóvenes saharauis y los cambios sociales que se están produciendo en los campamentos a día de hoy. ¿Qué puntos de desencuentro cree que pueden existir entre las jóvenes saharauis y las generaciones inmediatamente anteriores?
M.S.- Desde los principios de la revolución hasta ahora, a pesar de que no había gran formación académica como la que tienen ahora las nuevas generaciones, la mujer saharaui participó en todos los estamentos de la sociedad, siempre en un papel destacado. Persiguió superar al hombre en el desarrollo de todas las tareas que había que hacer. Basándonos en ese deseo de superación de la mujer saharaui, se ganaron el respeto y el reconocimiento del pueblosaharaui y muestra de ello es la presencia igualitaria de la mujer saharaui enla sociedad, con las mismas oportunidades que el hombre.Lamentablemente, hoy no veo el mismo nivel de sacrificio en las mujeres jóvenes que en las generaciones anteriores.
EP.-Que no tienen el mismo nivel de sacrificio, ¿se refiere a que no desean continuar haciendo la misma labor que sus madres y abuelas en los campamentos?
M.S.- Me refiero a que no estoy segura de que sepan valorar sus propios esfuerzos. Están mucho más preparadas, pero las condiciones son diferentes. Hace 40 años, la mujer saharaui tenía un gran nivel de sacrificio y mayor deseo de superación. Pienso que hoy en día las jóvenes no están al mismo nivel de antes, porque hay muchas que tienen licenciaturas importantes, pero la mayoría de ellas piensa sólo en casarse, quedarse en casa y no quieren trabajar. La institución del matrimonio no lo es todo en la vida, aunque, hoy por hoy, las jóvenes saharauis priorizan la vida privada frente a su futuro laboral.
EP.- ¿Se nota la participación de las mujeres en la comunidad educativa saharaui hoy en día?
M.S.- Sí, por supuesto que sí. De hecho, en las oportunidades que se brindan para formación de profesorado hay inscritas muchas más mujeres que hombres y en el centro que actualmente está abierto e impartiendo clases, hay 7 chicos y 50 chicas. En conclusión, las jóvenes están mucho más preparadas que antes, pero no tienen voluntad de sacrificio ni interés por desarrollarse profesionalmente.
UNMS.- Siempre que se habla de la impresionante labor de las mujeres saharauis a lo largo de todo el conflicto, se hace referencia a su capacidad de sacrificio para montar toda la infraestructura en el exilio. Pero también cabe destacar el papel las mujeres saharauis de los territorios ocupados. El día que el Sáhara Occidental sea libre, ¿cómo se va a poder unificar una sociedad que ha crecido y se ha desarrollado en el exilio, en los campamentos de refugiados, y una sociedad que ha vivido una realidad completamente diferente, aunque tenga un punto de inflexión común, que no es otra que la reivindicación de la independencia?
M.S.- No creo que haya demasiados problemas para volver a convivir conjuntamente, porque las mujeres saharauis, tanto las de los campamentos como las de territorios ocupados, tienen la misma voluntad de superación para alcanzar la igualdad y la libertad. Lo que veo como un punto de discordancia en esa convivencia es la dificultad de unificar de nuevo toda nuestra cultura y tradición. En las zonas ocupadas, ellas viven sin libertad, mientras que en los campamentos de refugiadoshemos podido mantener nuestras tradiciones y nuestra forma de vida. Ellas no pueden, porque sus condiciones son de represión permanente y carente de libertad en todos los sentidos. Los marroquíes les han robado hasta esta posibilidad de ser quienes son, sus raíces culturales… A los niños en los colegios, en las casas particulares, en su vida cotidiana se les enseña a mantener una identidad que no es la del Sáhara.
EP.- La vida de los saharauis en los territorios ocupados, debido a esa absoluta carencia de libertad y derechos, está condicionada por la represión. ¿Cómo afecta a la sociedad saharaui de la zona ocupada?
M.S.- Afecta en todo, pero más a los jóvenes, por una serie de prácticas peligrosas que está llevando a cabo la autoridad marroquí en un intento de anularles. Por un lado, los marroquíes fomentan mucho esta práctica de que cada vez sea más caro poder casarse, a fin de que no haya crecimiento de la población saharaui. Por ello, los jóvenes saharauis se casan muy tarde debido al encarecimiento de la boda. Hay mujeres que alcanzan los 45 años sin casarse en las zonas ocupadas y esto antes, en el Sáhara, era una cosa impensable. Por otro lado, a esto hay que sumarle la política implantada de hacer emigrar a la juventud saharaui hacia el interior de Marruecos, a estudiar algo, a formación profesional o a incorporarse a un puesto de trabajo. Les dan una paga y sólo se les permite regresar a ver a sus familias una o dos veces al año. La población activa de las zonas ocupadas y los activistas de defensa de los Derechos Humanos saharauis son conscientes de esta política tan peligrosa llevada a cabo por Marruecos, e intentan sensibilizar a la población para que no se dejen llevar y no caigan en esta dinámica que pretenden imponernos.
Los jóvenes, además, se enfrentan en la zona ocupada a un problema adicional -comenta la Ministra Salek_. Una práctica peligrosa que consiste en intentar que la población saharaui se desvincule del trabajo y, para ello, les dan unas pagas de manera casi gratuita, a cambio de que no hagan absolutamente nada y, de esta manera, se hagan menos productivos. Se les acostumbra a ser unos seres sedentarios que perciben un abono a final de mes. La mayor parte de la juventud saharaui se pasa la vida en la calle por la noche y duerme por el día, porque no trabajan. Esto es muy peligroso, porque a la larga, cuando volvamos y queramos construir nuestro país en libertad nos va a costar arrancar.
EP.- ¿Qué mensaje le gustaría enviar a las mujeres jóvenes saharauis?
M.S.- Que continúen su formación y que después se vuelquen en el desarrollo de sus respectivas profesiones, porque en el país con el que soñamos y en cuya construcción estamos trabajando, la mujer debe mantener el mismo papel activo y fundamental en la sociedad que ha tenido y que tiene hasta ahora. En este país, que va a ser democrático, para alcanzar cualquier puesto será preciso tener formación, por eso, cuanto más alta sea ésta más lejos llegarán en su carrera profesional. Y por si en el futuro si llegara a pasar que los hombres no nos dejan estar a su misma altura, tenemos que estar preparadas también para luchar contra ellos, porque la sociedad saharaui cree profundamente en la igualdad de oportunidades. Y les diría también que piensen que el matrimonio es una situación en la vida de las personas muy importante, pero no lo es todo. Desde ese paso tan trascendental de la vida se puede seguir adelante, avanzando, pero sabiendo que no se debe una parar en el matrimonio.
© Elisa Pavón
Fotos: Joaquin Tornero.