Desde los inicios de la lucha por la liberación y conjuntamente con el nacimiento del conocido movimiento embrionario saharaui, la mujer brindo grande sacrificios, empezando primero por sus esfuerzos en la etapa de sensibilización en la lucha anticolonial, como su participación directa en la intifada de Zemla el 17 de Junio de 1970. Una lección de aquella temprana implicación lo fue el valiente ejemplo de Salka Dalal, que acogió en su casa a los presos políticos de aquella intifada, sin importarle los riesgos que ello le acarreaba, como también lo ha sido el ejemplo de innumerable saharauis, que asumieron orgullosamente la pérdida de sus hijos en defensa de la libertad; y dispusieron generosas sus bienes, en al alcance de los imperativos de la lucha por la independencia.
La mujer saharaui correspondió satisfactoriamente al llamado del Frente Polisario tras su congreso constituyente el 10 de Mayo de 1973, congreso Mohamed Sidi Bahim Basiri y demostró su alto nivel de madurez política en torno a los grandes ejes políticos nacionales, siendo determinante en la sensibilización ciudadana acerca del F.Polisario, así como decisiva en mantener una exitosa red de comunicación, apoyo logístico y político, entre las células y sectores de la organización, que recién se creaban y que abarcaban a todos los saharauis en sus distintos puntos de encuentro.