Carta de la Ministra saharaui de Cultura a la UNESCO

Ministerio de Cultura de la República Árabe Saharaui Democrática  .
Carta a Irina Bokova. Directora General de La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Distinguida Sra. En ocasiones varias le he escrito a Ud.  acerca de las tentativas de obliteración y confusión que perpetra el reino de Marruecos contra el patrimonio cultural en el Sahara Occidental. Como se sabe, Marruecos ocupa nuestro país desde 1975.
La presencia marroquí en el Sahara Occidental es impugnada por todos los principios, los tratados internacionales y lo rechaza la comunidad internacional, incluida naciones unidas que considera que la descolonización del Sahara Occidental una de sus prioridades desde 1965, momento en que dicho territorio estaba colonizado por España.
La cuestión del Sahara Occidental atraviesa por decisivos acontecimientos. La comunidad internacional y el consejo de seguridad, en especial, después del cese del fuego de 1991 entre las partes beligerantes, el reino de Marruecos y El Frente Polisario, el representante único y legitimo del pueblo saharaui a la vez que es el movimiento que lidera su ardua lucha en aras de la autodeterminación e independencia nacional.  El derecho a la autodeterminación, es  el inalterable derecho que naciones unidas permanece aprobando continuamente en diversas resoluciones.
También y por otra parte, la ONU auspicia desde 1991 un proceso de negociaciones entre el Frente Polisario y Marruecos. Desde entonces ha nombrado varios representantes personales del  Secretario General de naciones unidas, el último de estos  es el Sr. Christopher Ross, que ha efectuado una gira de buenas intenciones con el propósito de alcanzar una solución pacífica y justa a este conflicto. Estos días, el enviado personal del Secretario General de la ONU está  preparando una importante  gira en la región, sobre todo después de la gran escalada  vivida a raíz de la ignominioso e injusto juicio militar a un grupo de activistas de derechos humanos saharauis, el grupo de los 24, que han sido encarcelados, torturados y presentados ante una corte marcial. El motivo de todo ello estriba en el desplazamiento  colectivo que llevaron a cabo decenas de miles de vecinos de El Aaiún, capital de nuestro país ocupado, hacia “Gdeim Izik“ en el año 2010. Allí levantaron sus jaimas cívica y pacíficamente. Después de casi un mes, las fuerzas represoras marroquíes han irrumpido ferozmente desmantelando el campamento al alba del día 8 de noviembre de forma atrozmente inhumana causando numerosas víctimas e innumerables desperfectos materiales.
Distinguida Sra. Todas estas prácticas genocidas que perpetra Marruecos desde 1975 contra el pueblo saharaui ya sean militares como los bombardeos con napalm y fósforo  – mundialmente prohibidos-, entierros en fosas comunes, lanzamiento de inocentes desde aviones y arrestos sumarísimos de mujeres, niños, jóvenes y hombres inocentes es una evidente prueba de los propósitos coloniales de exterminar al pueblo saharaui, amén de la siniestra habilidad en la persecución policial y todo tipo de explotación, desdén, sistematizadas políticas de analfabetización, de empobrecimiento y de expolio  de los recursos económicos. Lo que es más grave todavía es involucrar a empresas de otros países en el saqueo y rapiña de las riquezas naturales de este inerme pueblo.
Marruecos, no se limito solo a esto, más aun extendió sus tentáculos hacia el genuino patrimonio cultural saharaui en sus dos apartados – material e inmaterial- incurriendo en una maniobra de asimilación sistemática de un patrimonio con todas sus características peculiares.  Para dicho fin, Marruecos organiza un simulacro de eventos culturales ‘saharauis`. Y va más lejos aun cuando decreta la oficialización del hassania como si de un dialecto o lengua marroquí se tratara, en un momento en que Marruecos es un ocupante ilegal. Este hecho es de suma gravedad, pero lo que es más ofensivo, es que su ministerio del interior prohíbe, mediante una directriz  fechada en la I semana del corriente mes de marzo y dirigida a las oficinas de las provincias y entidades oficiales en el Sahara Occidental ocupado  y en el sur de Marruecos  donde prohíbe montar o/y exhibir jaimas en las ciudades, contornos de las mismas  y/o las playas y costas.
Honorable Sra. La jaima saharaui constituye el epígrafe de la identidad saharaui desde tiempos remotos. La jaima la hilvanan y tejen las mujeres saharauis de lana de camello y del ganado caprino. La jaima es el paradigma de morada que resiste el gélido frío y el bochornoso calor del desierto. Bajo estas jaimas –tiendas- nació el ser saharaui, se crió, se desarrollo y se cultivo en  los valores, costumbres y tradiciones que les unen a los otros pueblos, en general, a la vez que le dotan de características intrínsecas que le distinguen los de los demás. Más aun, cuando profundicemos en el conocimiento del individuo saharaui, la nobleza de sus tradiciones, la riqueza de su legado oral y la excelsitud de su patrimonio material ya sea arqueológico, utensilios del nomadeo, de atavío y demás.                                                                                                                           El hecho de prohibir el montaje de jaimas entra en el siniestro cerco de la violación de los derechos humanos que acomete Marruecos desde que invadió nuestro país. Es una agresión a la identidad nacional del pueblo saharaui y es un premeditado golpazo a un elemento integrante la personalidad nacional  a la vez que es una contravención a la libertad de los pueblos y una injuria a su orgullo. Es una tentativa que desdeña la inocencia, dignidad, la tolerancia que representa la jaima en el alma del pueblo saharaui.
Distinguida Sra. Por medio de esta misiva querría llamar su atención acerca de la gravedad de las pretensiones del invasor marroquí en el Sahara Occidental que  no es otra, que una peligrosa ofensa a la identidad y a todos sus expresiones como la indumentaria tradicional, la ceremonias familiares y todos los aspectos de la genuina  vida saharaui que la jaima, sin duda alguna, ha sido y es su espacio apropiado.                                                        
Las prácticas, marroquíes en el Sahara Occidental, son actuaciones racistas que nos recuerdan los más horrorosos colonialismos en la historia, a la vez que nos hace recordar la política de la discriminación racial  que padeció el pueblo de Sudáfrica a manos del régimen de apartheid.
En lo aprendido en la historia de la lucha de los pueblos por la libertad, la soberanía y la dignidad confirman que “la defensa de la identidad“ ha sido el punta de lanza en toda lucha y toda resistencia de los pueblos. Sin ello ¿Qué sentido tendría la revolución del pueblo saharaui contra el colonialismo español en 1973? Por un solo motivo se llevo a cabo y es, que el pueblo saharaui, no quería ser español. ¿Y que significa su lucha hoy, más de 3 décadas,  contra la invasión marroquí? es porque, sencillamente, no quiere ser marroquí.
Digo esto, a la vez que  tengo todo el respeto y la consideración al patrimonio y la cultura de los dos pueblos hermanos, el español y  el marroquí. Son dos culturas colmadas de diversidad y plenitud pero rechazo determinante que sea la cultura la guillotina  de las aspiraciones y anhelos legítimos del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia nacional.
Por todo ello y en nombre de los colectivos y personas del ámbito de la cultura saharaui, os apelo y apelo a vuestra fidedigna organización que asume inmensas y admirables responsabilidades en la protección del patrimonio de la humanidad en cualquier lugar del mundo, a que intervenga urgentemente y exija al Reino de Marruecos que cese en su atropello a nuestro patrimonio cultural: Que la cultura motivo es de libertad y la identidad es la cúspide del hecho diferencial.
En definitiva, anhelo que esta carta sea provechosa para Ud. y que añadida a otras epístolas os sirva para conocer el exterminio al cual está expuesta la identidad saharaui en el Sahara Occidental bajo ocupación marroquí.
Sin otro particular, reciba Sra. Directora, mis más altas consideraciones.
Bir Lehlu, a los trece días de marzo de dos mil trece.
Jadiya Hamdi. Miembro del Secretariado Nacional del Frente Polisario. Ministra de Cultura.

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